Hemos recibido con entusiasmo el visto bueno de la Comisión Europea para que España reciba próximamente un nuevo tramo de ayudas de 12.000 millones de euros del fondo de recuperación Next Generation.
Ahora que una mayoría de españoles está con un pie en la playa, es buen momento para reflexionar sobre el turismo, uno de los sectores capitales de nuestra economía. Aunque las últimas previsiones han reducido significativamente el crecimiento económico esperado para España en el presente año, lo cierto es que seguirá siendo uno de los países europeos con mayor proyección. Sin duda, el turismo va a ser un elemento esencial en el impulso de nuestro Producto Interior Bruto.
Es innegable que España siempre ha sido un país eminentemente turístico y que va a seguir siéndolo según vayamos remontando la pandemia. Los datos del año 2021 comienzan a ser esperanzadores, pues ya nos visitaron 31,1 millones de turistas extranjeros, frente a los sólo 18,9 millones del año anterior.
La locura bélica emprendida por Putin en Ucrania continúa elevando la terrible cifra de víctimas mortales. Asimismo, la guerra ha destrozado todas las perspectivas de recuperación económica inmediata que vaticinaban los expertos y organismos internacionales, sometiéndola a una ralentización que será proporcional a lo que dure la invasión rusa.
Uno de los índices más relevantes en torno al consumo, y al que en términos generales no se le presta la atención que merece, es el Indicador de Confianza del Consumidor.
El Banco de España señala una vez más al consumo privado como “el motor fundamental del crecimiento” tanto para este año como en los próximos trimestres.
Uno de los aspectos más relevantes, sino el que más, para que se produzca un aumento del consumo es que vaya acompañado del crecimiento de los índices de empleo.
En el último año, por razones obvias, hemos tenido que realizar cambios radicales e inmediatos en torno a nuestro trabajo, relaciones sociales, ocio, consumo… En definitiva, en nuestra forma de vida.
La euforia registrada en los últimos meses por el buen ritmo de la vacunación ha conseguido dar un giro importante al elemento clave de la recuperación económica: el consumo.