Muchas veces hemos escuchado que la economía financiera actúa como el sistema circulatorio para la economía real. La financiación es la sangre que permite que la economía funcione.
Muchas veces hemos escuchado que la economía financiera actúa como el sistema circulatorio para la economía real. La financiación es la sangre que permite que la economía funcione. Igual que los glóbulos rojos llevan el oxígeno que permite funcionar a todos los órganos que conforman nuestro cuerpo, la financiación permite que el dinero llegue a las empresas y familias que hacen funcionar la economía.
De ahí la necesidad de reivindicar el valor para una sociedad que tiene la economía financiera. Desde las grandes empresas apoyadas por fondos de inversión nacionales e internacionales, a las pymes que obtienen líneas de financiación a la banca y, no menos importante, la financiación que permite a una familia afrontar los altibajos económicos del mes.
Sin duda, las grandes inversiones en sectores económicos determinados suponen uno de los elementos más importantes del crecimiento económico y el progreso de un país. En este sentido, podemos destacar el anuncio realizado en verano por parte del Gobierno y que supone una inversión de alrededor de 12.000 millones de euros en la construcción de varias plantas de fabricación de baterías. En concreto, entre los proyectos presentados destacarían las dos gigafactorías que se construirán en Sagunto (Valencia) de la mano del grupo Seat-Volkswagen e Iberdrola; y la que el grupo de Singapour Envision construirá en Navamoral de la Mata (Cáceres) junto al grupo español Acciona Energía.
La importancia de este tipo de inversiones se deduce tan sólo del número de ceros que incluyen las cifras de inversión. Pero no menos importante es el monto total que requieren las pymes para su funcionamiento. Tenemos que recordar que el 42,3% de las pymes españolas señala haber requerido financiación bancaria en el año 2021, según el XI Informe La financiación de la pyme en España, elaborado por la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca (SGR-Cesgar).
Sin embargo, siguiendo con el símil sanguíneo, aún quedaría por reseñar esas pequeñas células que conforman la unidad más diminuta de cada tejido y que se abastece gracias a la capilaridad del sistema. En este caso, hablaríamos de las familias, igualmente con necesidades de financiación en su día a día. Obviando el gasto hipotecario que supone el esfuerzo mayor de toda familia, el funcionamiento diario también requiere de ayuda para poder adquirir el vehículo que se necesita para trabajar, o afrontar cualquier otro tipo de compra sin poner en riesgo la estabilidad económica de la familia.
Igual que los grandes proyectos de país, tal y como ocurre con el entramado de pymes que conforman nuestra economía, la economía de las familias también necesitan financiar sus proyectos para afrontar el futuro con las mayores garantías. Un país puede tener grandes proyecto e inversiones millonarias pero, sólo atendiendo a las necesidades de financiación de las familias, se podrá asegurar el futuro económico y el progreso social de una nación.