Uno de los aspectos más relevantes, sino el que más, para que se produzca un aumento del consumo es que vaya acompañado del crecimiento de los índices de empleo.
Uno de los aspectos más relevantes, sino el que más, para que se produzca un aumento del consumo es que vaya acompañado del crecimiento de los índices de empleo. Pero en la situación excepcional que vivimos a causa de la pandemia, se ha redoblado esa ligazón según todos los indicadores.
Los últimos datos facilitados por la Seguridad Social indican que el número de afiliados alcanzó una cifra récord el pasado mes de julio al tener una media de casi 19,59 millones, cuando el máximo anterior estaba en 19,53 millones en igual mes de 2019. Y si observamos los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), podemos ver que el número de empleados alcanzó a finales de junio los 19,67 millones. Ahora bien, hay que matizar que actualmente hay casi 340.000 personas protegidas por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).
Pero lo que es indiscutible es que la llegada del verano y el considerable aumento de la vacunación han facilitado la creación de 129.000 empleos en mayo, 167.000 en junio y casi 198.000 en julio. Gran parte de ellos ligados a la hostelería, restauración y turismo, pero también es reseñable que hay muchos otros sectores en los que el empleo es mayor que hace dos años, destacando principalmente sanidad, donde hay 156.000 personas más trabajando ahora que en 2019 por razones obvias, al igual que en educación, que hay 63.000 empleados más.
Esta paulatina recuperación del empleo está repercutiendo en un importante aumento del consumo nacional, hasta el punto de que una gran entidad financiera ha estimado que en julio pasado ya superaba en un 20% a igual mes de 2019. No obstante, el gasto de los extranjeros todavía estaba un 21% por debajo que en 2019 debido a las restricciones para viajar que algunos países han establecido a sus ciudadanos. En términos generales, la entidad financiera estima que el consumo crecerá este año un 7,4% y un 6,7% en 2022.
Ahora bien, gran parte de este aumento lo están solventado los consumidores tirando del exceso de ahorro que tienen acumulado por las restricciones de movilidad a las que les ha obligado el covid, de ahí que todavía el crecimiento del crédito al consumo no acompañe en iguales términos al consumo en sí.
Otro factor importante que está influyendo en la recuperación del crédito al consumo es que la venta de automóviles está teniendo un comportamiento irregular a lo largo del presente año. Mientras en marzo, abril, mayo y junio se elevó la compra de coches, en enero, febrero y julio han registrado caídas. No obstante, el cómputo de los siete primeros meses de este año es un 18% superior a igual periodo de 2020, aunque si lo comparamos con 2019 sigue estando un 33% por debajo.
Los expertos consideran que ese exceso de ahorro acumulado por los hogares españoles va a disminuir progresivamente en estos meses inmediatos y que en 2022 se producirá un repunte considerable del crédito al consumo también empujado por una mayor venta de vehículos.
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