Una vez que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha despejado las incertidumbres que se cernían sobre las vacunas de AstraZeneca y de Janssen para inmunizar contra la Covid 19, el ritmo de vacunación empieza a ser relevante en nuestro país con cifras superiores a las 400.000 dosis diarias.
Después de un año de pandemia en el que ya hemos sufrido tres olas importantes de contagios, confinamientos, restricciones de movilidad de distinta índole, cierres y aperturas de comercios y de establecimientos de hostelería… Lo más complicado es encontrar el difícil equilibrio de salvaguardar la salud de la población, por un lado, e intentar ir recuperando la actividad económica, por otro.
El Parlamento Europeo acaba de dar el pistoletazo de salida para que en poco tiempo se ponga en marcha el paquete de ayudas de la unión europea para la recuperación económica para los países miembros. A la aprobación por parte de la Eurocámara del mecanismo de resiliencia y recuperación (RRF) le seguirá en los próximos días la ratificación, por parte de los países miembros, de la legislación comunitaria respecto a los recursos propios que se utilizarán para abonar los intereses de la deuda.
Con nuestros movimientos muy limitados debido a los confinamientos continuos, nuestra forma de vida es ahora muy diferente. La mayoría de la población apenas sale, el teletrabajo se ha instaurado a marchas forzadas en muchas empresas y los viajes de todo tipo han disminuido drásticamente.
Después de tantos meses de dolor, pesimismo e incertidumbre, la comunidad científica internacional ha conseguido en un tiempo récord devolver a la sociedad la esperanza y la confianza en el futuro.
Cada semana de parón le cuesta a la economía española 20.000 millones de euros. La escalofriante cifra fue hecha pública hace unos días a través de un estudio realizado por el Instituto IFO