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El difícil equilibrio de reactivar la economía con prudencia.

Cada semana de parón le cuesta a la economía española 20.000 millones de euros. La escalofriante cifra fue hecha pública hace unos días a través de un estudio realizado por el Instituto IFO

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Si a ese dato le añadimos los 285.000 parados más registrados en los tres primeros meses del año y los más de cuatro millones de trabajadores con expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), no resulta extraño que los empresarios hayan emprendido iniciativas propias y planteado propuestas al Gobierno tendentes a buscar consensos mediante los que reactivar cuanto antes la producción económica.

Ahora se trata de hallar la compleja fórmula que equilibre la puesta en marcha de la maquinaria productiva con la prudencia necesaria para mantener a raya a la Covid 19. La asfixia económica que viven los empresarios les empuja a presionar al Gobierno para que autorice a reiniciar la actividad en sectores clave de nuestra economía: el turismo, la hostelería, comercios, concesionarios de automóviles, etc.

Ahora bien, los empresarios también son conscientes de que no se puede retomar esa actividad a cualquier precio. Por eso, lo primero que han hecho las grandes empresas de este país es adoptar una serie de protocolos de cumplimiento obligatorio para que no haya un rebrote del coronavirus. Nada volverá a ser igual en las empresas, al menos hasta que haya una vacuna. Mascarillas, guantes, mamparas, separación de puestos de trabajo, menor uso de los ascensores y más de las escaleras, controles de temperatura y realización de test, son algunas de las medidas que se van a adoptar para iniciar una vuelta escalonada al trabajo.

A buena parte de estas medidas también tendrán que sumarse los pequeños comercios que han empezado a ser autorizados a que inicien su actividad. Si se respetan los protocolos y si se actúa con prudencia y prevención se conseguirá frenar la pandemia.

Habrá que esperar a conocer los resultados de cómo han funcionado las medidas que la Administración ha puesto en marcha para asegurar la liquidez al tejido productivo, un plan de garantías y avales de hasta 104.000 millones de euros.

Lo deseable por todas las partes es que la actividad industrial, comercial, financiera y de consumo vuelvan a su estado normal cuanto antes. Desde Sofinco ayudaremos a promover esa recuperación lo antes posible con la financiación necesaria en todos los puntos de venta que requieran nuestros servicios.

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