El difícil equilibrio económico-sanitario

Después de un año de pandemia en el que ya hemos sufrido tres olas importantes de contagios, confinamientos, restricciones de movilidad de distinta índole, cierres y aperturas de comercios y de establecimientos de hostelería… Lo más complicado es encontrar el equilibrio de salvaguardar la salud de la población, por un lado, e intentar ir recuperando la actividad económica, por otro. 

Acabamos de corroborar de nuevo que cuando todas las expectativas de hace unos meses apuntaban a unos crecimientos notables del PIB español en 2021, la tercera ola de Covid 19 ha originado en los dos primeros meses de este año un nuevo aplazamiento del ansiado despegue económico. 

Ahora no cabe más que echar mano de las lecciones aprendidas y que la población extreme su prudencia durante la Semana Santa para no provocar una cuarta ola de contagios importante. 

Todas las esperanzas en la reactivación del consumo están puestas en un verano más normalizado. En primer lugar, porque la Comisión Europea acaba de comunicar su previsión de que antes del próximo 30 de junio se hayan entregado 350 millones de dosis de vacunas a los 27 países miembros de la Unión Europea. Si esa cifra se confirma, se conseguiría la denominada inmunidad de rebaño en el continente europeo antes de que termine el mes de julio.

Además, la CE también avanza en su propuesta de poner en circulación el denominado “Pasaporte Covid” para que sea una realidad a partir del mes de junio. Será un documento vital para los países dependientes del turismo, en el que se reflejará si las personas que lo posean han sido vacunadas, han pasado la enfermedad y disponen de anticuerpos o han pasado un test con resultado negativo.

Ante esas expectativas, España ha comenzado a prepararse para un verano no con tanta afluencia de turistas de manera concentrada como años atrás, pero sí de una forma más dilatada en el tiempo. En ese sentido, los expertos vaticinan que, si todo se empezara a normalizar, la época turística se prolongaría hasta octubre como mínimo. Y como consecuencia de eso, los sectores que se aglutinan en torno al turismo, como son la hostelería, el comercio y el transporte tendrían un notable repunte en la segunda mitad del año.

Pero al resurgir del turismo nacional e internacional, también habría que añadirle el aumento del consumo privado, según se afirma en el último Boletín estadístico del Banco de España, dado que empezaría a aflorar buena parte del ahorro acumulado por los hogares durante este periodo de pandemia. En ese sentido, precisa que “conforme desaparezcan las restricciones, el consumo registrará durante varios trimestres fuertes incrementos por encima de lo que crezcan las rentas al tirar de ese ahorro acumulado”.

En cifras más concretas, señala que en 2021 el consumo privado crecería un 8,8% bajo un escenario central. Esa tasa la eleva hasta el 10,7% en el caso de que se produzca un escenario económico suave y, por el contrario, descendería hasta un 6,1% ante un escenario severo. El Banco de España avanza también sus buenas expectativas al año 2022, indicando que las tasas de gasto serán todavía relativamente elevadas debido a los efectos de arrastre positivos. 

De momento, en marzo se está notando una mejor evolución del PIB español, ha asegurado el director de Economía del Banco de España, Óscar Arce, y en la segunda mitad del año habrá una fuerte mejora de la actividad al avanzar en la vacunación y comenzar a gastarse los fondos europeos.

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