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El mercado de la movilidad como servicio generará a los distribuidores de vehículos en España un volumen de negocio que superará los 15.450 millones de euros al año, según se desprende del informe “El alcance económico de la nueva movilidad" elaborado de forma conjunta por la consultora tecnológica NTT DATA y la Asociación Nacional de Vendedores y Reparadores de Vehículos (GANVAM), con el apoyo de Sofinco.
Como apunta el director general de la asociación, Fernando Miguélez, “el sector del automóvil está pasando del acero al dato”, una frase que sintetiza el momento exacto en el que se encuentra un sector en el que la venta del vehículo en sí (el acero), está dando paso a una serie de negocios relacionados con la movilidad, que abren una multitud de posibilidades de desarrollo para el sector y que tiene al dato como la base de todas esas posibilidades de negocio.
En ese nuevo ecosistema, además de los distribuidores, también están presentes los fabricantes, las empresas tecnológicas y, como no, las empresas financieras que, como Sofinco, apuestan por convertirse en un actor importante en esa transformación hacia la movilidad sostenible del futuro.
Sobre todos estos asuntos de relevante actualidad hablamos con Fernando Miguélez tras la presentación del estudio.
Creemos que poner cifras es necesario si queremos conocer cuál es el potencial de la movilidad. Este estudio ofrece, por primera vez, una radiografía exhaustiva del sector de la movilidad, en la que se detallan sus principales magnitudes, los patrones de movilidad de los ciudadanos y las oportunidades de desarrollo que representa para el sector de la distribución de vehículos, que se transforma hacia la distribución de servicios de movilidad, al calor de la digitalización. El estudio quiere conocer los principales datos que suponen la movilidad, cuáles son los retos que tiene el sector y cuáles son los modelos de negocio que están apareciendo. En el ecosistema de la movilidad estamos viendo que se están incorporando nuevos facilitadores de modelos de negocio diferentes.
El modelo de distribución que hemos conocido y que nos ha acompañado hasta ahora, es el mismo desde el año 1957 en el que se funda Ganvam, sale al mercado el Seat 600 y se funda la primera fábrica de Citröen en Vigo. En aquel año, se venden 30.000 turismos en total, 15 años después se llega al medio millón de turismos vendidos y el próximo año 2024 se volverá a recuperar la cifra de prepandemia de un millón de unidades vendidas anualmente. Ese era un modelo que ha funcionado durante todo este tiempo, pero ese modelo ha terminado porque la digitalización, el vehículo autónomo, la electrificación, la conectividad, la movilidad… impacta sobre el modelo y lo transforma.
En el caso de la movilidad, por ejemplo, los vehículos los utilizamos solamente un 5% del tiempo, el resto permanece aparcado, y eso debe optimizarse. En cuanto a la electrificación, tenemos el reto de utilizar energías más limpias y, además, de realizar un uso más sostenible de la energía. En cuanto al vehículo autónomo, está relacionado con la seguridad y el objetivo que todos tenemos de conseguir los 0 accidentes.
Todas estas disrupciones crean escenarios diferentes que hacen que aparezcan jugadores diferentes. Por ejemplo, en el ecosistema eléctrico, hace 5 años no se hablaba del vehículo eléctrico, empezaba a haber algún modelo, pero no eran relevantes. Sin embargo, en el 2030, un 20% de los vehículos serán puros eléctricos.
Tampoco era visible la micromovilidad en las ciudades y ahora son habituales de nuestras calles las bicicletas o los patinetes. Estas soluciones de micromovilidad, estos players eléctricos, estas plataformas de movilidad… cambian las formas de negocios que habitualmente era de los concesionarios, compraventas y talleres. Hemos dejado que acaparen ese espacio y ahora tendremos que recuperarlos porque si no, desapareceremos.
No es tan importante el porcentaje que tenga cada uno de los actores como que los distribuidores deben ser quienes pueden vertebrar, somos el nexo dentro de la nueva movilidad. Siempre hará falta la financiación de un vehículo para su compra o para la financiación del uso, pero el facilitador de ese vehículo siempre será el distribuidor.
Nuestra obligación como Ganvam es advertir del riesgo de que las plataformas tecnológicas se introduzcan como han hecho en otros sectores como el de la música con Spotify o Airbnb en el hotelero. Ese es el gran riesgo, que dejemos el espacio y las grandes tecnológicas lo ocupen. Si somos capaces de vertebrar la experiencia cliente con todas esas soluciones, pues seremos relevantes.
Nosotros presentamos en el Ministerio de Industria un proyecto que se denominaba Ganvam Nexo que era un proyecto impulsado por más de 30 grandes corporaciones que entendían que la conectividad era lo más importante. Contábamos con grandes financieras, la DGT, empresas de infraestructuras, grandes tecnológicas y nosotros hacíamos de nexo con las 35.000 pymes que conforman este sector.
De todos modos, necesitábamos una tercera pata que era la administración, pero en este caso el Ministerio optó por la industria, por las megafactorías y no por transformar nuestro sector. España tiene la oportunidad de convertirse en un líder en movilidad, el desarrollo del 5G es impresionante, llevamos 5 años de adelanto a países como Alemania y podemos ser relevantes sobre cómo seamos capaces de aprovechar esta oportunidad.
Pues lo más importante es que la facturación de las pymes que conforman parte de este sector haya crecido. Que los 350.000 trabajadores que formamos parte de este sector sigan forman parte de la industria y que siga atrayendo talento nuevo. Y también que consigamos un mayor equilibrio con la incorporación de la mujer, que ahora mismo sólo supone el 18% del total de trabajadores que formamos parte de este sector y nuestra intención es cambiar estos datos.
