Gana Alemania, el país organizador

En primer lugar, siempre gana el país organizador. El aumento del número de turistas, con el consecuente incremento de la demanda en hoteles y restaurantes, ha supuesto para Alemania un impacto económico que podría alcanzar los 2.000 millones de euros, según los analistas financieros.
La Oficina Nacional Alemana de Turismo (ONAT), ya adelantó que se producirían hasta tres millones de pernoctaciones internacionales durante la celebración de la Eurocopa, lo que supone también una mayor demanda de trenes, autobuses y taxis, y el crecimiento de las ventas en tiendas de productos deportivos.
Por otro lado, la organización de torneos de la magnitud de la Eurocopa implica levantar instalaciones deportivas, hoteles e infraestructuras públicas, lo cual estimula el sector de la construcción; al mismo tiempo que aumenta también la demanda de empresas de gestión de eventos, seguridad y logística, así como de viviendas de alquiler a corto plazo.
A la factura de Alemania también habría que añadir la propia venta de entradas para los partidos de fútbol, lo que supone una fuente de ingresos directos, junto con la publicidad y los patrocinios. Y al mismo tiempo, el aumento de la actividad económica conlleva también mayores ingresos fiscales derivados de impuestos sobre las ventas relacionadas con el turismo.

Gana España, el país campeón

Además de Alemania como anfitriona, el incremento en la actividad económica también ha afectado a España como campeona del evento. Como ejemplo del movimiento económico, las compañías españolas han invertido en esta Eurocopa más de 560 millones de euros en patrocinios para aprovechar el impacto en su imagen de marca que supone ganar esta competición.
Además, durante las semanas de celebración de la Eurocopa, el fútbol protagonizó gran parte del tiempo libre de muchos ciudadanos, que aprovecharon para salir a la calle a ver el espectáculo en los bares. Esta movilización ciudadana ha supuesto una recaudación de unos 117,6 millones de euros, según la patronal de hostelería, lo que supone un incremento de la facturación de entre un 15 % y un 50 % respecto a un domingo normal, dependiendo del tipo de local y si posibilitaron a los clientes el visionado de los diferentes partidos.

Gana la RFEF y el fútbol español

No hay que olvidar que la Eurocopa es uno de los eventos deportivos más importantes del mundo y el segundo torneo de selecciones de fútbol más relevante internacionalmente. La UEFA, que es la entidad organizadora, reparte 331 millones de euros solo en premios directos, lo que supone 70 millones más que el PIB de la Comunidad de Madrid. 
De entrada, la RFEF recibirá 28,25 millones de euros, una suma considerable para una  institución que genera alrededor de 340 millones anuales, principalmente por derechos televisivos y merchandising. 
Estos ingresos son vitales para una institución como la federación, que gasta aproximadamente 400 millones de euros anualmente, como responsable de todo el fútbol en el país, especialmente en el fútbol base, donde cubre costos como árbitros y balones para partidos de niños de 12, 13 años e incluso más jóvenes. Tanto el fútbol base, como el femenino son deficitarios económicamente, ya que generan menos ingresos de los que se invierten en ellos. 
Gana la hostelería, el turismo y la marca país
Al resultar campeones de la Eurocopa, las celebraciones también ayudaron a estimular el consumo, beneficiando más aún al comercio y la hostelería, y afectando positivamente al estado de ánimo de la ciudadanía que, según los estudios, ayuda a mejorar la productividad. Todo ello, además del impacto sobre la imagen de país que produce a nivel internacional y que termina beneficiando, una vez más, a sectores como el turismo y la hostelería. 
Los expertos han cuantificado que, ganar un torneo como la Eurocopa o el Mundial, supone un aumento en el PIB de hasta un 0,1%. 
Como referencia, podemos recordar los datos conseguidos por Alemania tras el Mundial de 2014. Entre 2013 y 2014, las exportaciones de mercancías alemanas aumentaron en 36.963,2 millones de euros, pasando a 70.788,2 millones, casi el doble, tras ganar el Mundial. Lo mismo ocurrió en cuanto al turismo, hubo un incremento del 7,15% en el número de turistas tras el Mundial, y en el PIB, que creció notablemente, aumentando en un 1,7%. 
En el caso de España, tras ganar el Mundial de 2010, el PIB creció un 0,2% después de una caída del 4% el año anterior (estábamos en plena crisis financiera), y el número de turistas aumentó notablemente, pasando de un aumento de 500.000 entre 2009 y 2010, a 4 millones entre 2010 y 2011, ocho veces más. 

Por todo ello, más allá del evento deportivo, con la Eurocopa hemos ganado todos, aunque sólo España levantó la copa.