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Los inicios de año suponen una verdadera cuesta arriba para los ciudadanos, después de los muchos gastos realizados durante las fiestas pasadas. El mes de enero obliga a pisar el freno para tratar de compensar todos los excesos de las Navidades.
Tradicionalmente, durante el mes de enero entran en vigor las subidas de tasas y de los servicios con precios fijados o regulados por las administraciones como el transporte público, servicio de correos, peajes y tasas administrativas, lo que exige un esfuerzo añadido para los ciudadanos. Debemos tener en cuenta además la subida de precios generalizada que venimos soportando a lo largo de todo el año y que ha cerrado 2022 con un alza media del 5,7% en España.
Una situación general bastante complicada a la que podríamos seguir añadiendo a todos aquellos que tengan que actualizar su hipoteca en estos días, para adecuarla a la subida de tipos del BCE.
Por lo tanto, sin duda el panorama se presenta muy cuesta arriba para muchos ciudadanos, sin embargo, también es cierto que el sistema financiero ofrece una serie de herramientas que permiten afrontar situaciones complicadas de forma mucho más cómoda. De ahí que resulte de vital importancia realizar una planificación financiera que adecúe nuestros ingresos y nuestros gastos. Mediante la utilización de servicios financieros, podremos afrontar sin problema los posibles desfases en nuestras cuentas.
Tener bien estructuradas nuestras finanzas, supone también contar con una adecuada financiación que va a permitir tener controlados los gastos, fijando un coste mensual que se adecúe siempre a nuestros ingresos. Las posibilidades son múltiples, desde créditos al consumo, a una larga lista de tarjetas que permiten financiar nuestro día a día.
Se trata de entender las finanzas personales como lo hacen las empresas, recurriendo a una línea de crédito que permita acceder a los servicios al margen del día de cobro, y estableciendo un pago regular prefijado que nos permita evitar sobresaltos. Eso sí, igual que las empresas controlan que los gastos siempre estén en consonancia con los ingresos, la planificación financiera personal debe ajustarse en todo momento a la capacidad de ingresos y de ahorro que tengamos ya que, cualquier desviación en este sentido, puede suponer un endeudamiento por encima de nuestra capacidad de pago.
Por todo ello, es importante conocer muy bien qué herramienta de financiación se adapta mejor a mis necesidades, qué intereses se cobra y cómo es su funcionamiento. Teniendo toda esta información sobre los productos financieros concretos y haciendo una buena planificación de mis finanzas, la tan temida cuesta de enero será menos empinada y nos allanará el camino para conseguir esa tranquilidad financiera que todos necesitamos a lo largo del año.
