Llegar a un puesto de management dentro de una empresa no es fácil y requiere de mucho esfuerzo y perseverancia. En la actualidad, las posibilidades son infinitas y poco a poco nos vamos acercando a una realidad en la que la igualdad de oportunidades y la representación de ambos géneros en management sea total.
Hoy queremos que conozcáis un poco más sobre la historia y trayectoria de dos de nuestras managers en Sofinco las cuales lideran áreas de control financiero y operaciones de IT.
Uno de estos casos es el de Isabel Bara, Manager del Área de Control financiero del departamento de Finanzas de Sofinco, quién tuvo muy claro desde pequeña que llegaría lejos: “Sí que me imaginaba llegar a un puesto así porque siempre he trabajado duro, invertí en mi formación y confié en mí, y nunca pensé que por ser mujer no lo podría conseguir”.
Para Lisay Chacón, Manager del Área de IT Operations de Sofinco, el camino resultaría un poco más difícil ya que, tuvo que emigrar de su país para poder desarrollar su carrera profesional. Además, apostó por el mundo de la informática en el cual el porcentaje de management masculino actualmente sigue siendo mayoritario. “De pequeña se me daban bien las matemáticas y la física así que me decidí a estudiar una ingeniería informática, animada también por mi madre que me dijo que estudiara una carrera de futuro”.
Tanto Lisay como Isabel son dos ejemplos que dan visibilidad al mundo laboral actual en el que, la igualdad de oportunidades es real. “En España considero que estamos mucho más avanzados y la mujer está totalmente integrada en el mundo laboral”, afirma Isabel Bara, quien más que políticas de paridad, apuesta por medidas que ayuden a las mujeres a conciliar. “Lo que sí que considero necesario es favorecer más la integración con otro tipo de reformas tipo: flexibilidad laboral o abaratar el coste del cuidado de niños. Por ejemplo, muchas mujeres u hombres no trabajan porque no les compensa trabajar porque el coste del cuidado de los niños es demasiado caro y no tienen ningún tipo de ayuda familiar”, mantiene.
A pesar de los avances evidentes, ambas reconocen haber tenido que afrontar diferentes situaciones que han ido haciéndoles cada vez más fuertes. En el caso de Isabel, recuerda haber escuchado algún comentario infravalorándola durante su estancia en Reino Unido, aunque prefirió no hacer caso y seguir adelante. En cuanto a Lisay, tuvo que demostrar a sus compañeros y a los profesores de la Universidad que estaba capacitada para realizar análisis algorítmicos mejor incluso que muchos de sus compañeros, y recuerda también de forma divertida el comentario de un proveedor al que le resultaba “extraño” hablar con una mujer de operaciones de IT.
“En un puesto de trabajo no creo que se diferencie tanto la forma de trabajar de un hombre o de una mujer, sino que el factor diferencial es su experiencia profesional previa, sus estudios, sus motivaciones, sus ganas de hacer las cosas y las ganas de aprender, escuchar y observar. Todo eso es más importante y nos diferencia más que el hecho de ser hombre o mujer”, afirma Isabel Bara, quien tiene muy claro que el hecho de ser mujer o hombre no afecta a las capacidades profesionales. Quizás por eso mismo, ella sabía que llegaría allí dónde quisiera y su esfuerzo fuera capaz de llevarle.
Y por eso insisten ambas en recomendar a las niñas a estudiar carreras STEM, sin atender a los prejuicios que afirman que las mujeres están menos preparadas para este tipo de estudios. En este sentido, Lisay Chacón anima a las niñas “primero a que olviden ese pensamiento, que las carreras universitarias no tienen una etiqueta de género, que en la vida tenemos que hacer las cosas que nos gustan y si podemos vivir de ello, mejor. Que no se discrimine ella misma por ser mujer, que las mujeres somos capaces de enfrentar retos y situaciones tanto, igual o mejor que los hombres y que ante determinadas situaciones tenemos que empoderarnos. Es verdad que el camino es duro, pero que al final la satisfacción de haber logrado el éxito y nuestros sueños es lo que nos tiene que importar".
Aunque ellas no lo pretenden, tanto Isabel Bara como Lisay Chacón son dos ejemplos para muchas niñas que, hoy, pueden tener dudas sobre sus posibilidades y autolimitar sus aspiraciones. El ejemplo de que, con trabajo y perseverancia, cualquier persona puede llegar donde se proponga.