No puede haber marcha atrás para turismo y automoción.

De hecho, en las semanas más severas de confinamiento se produjo en nuestro país una caída de la actividad del 71% del Valor Añadido Bruto. Inactividad que también se vio reflejada en la construcción, la distribución o el transporte, entre otros sectores.

A nadie ha extrañado, por tanto, que España sea el segundo país que más ayudas a fondo perdido (77.324 millones) y préstamos (63.122 millones) podrá recibir ahora de la Unión Europea, 140.446 millones de euros en total. Una noticia que ha reactivado la ilusión y la confianza de todos, y en especial del mercado bursátil, pues el Ibex-35 conseguía una revalorización de nada menos que 39.000 millones en sólo siete días.

Ahora bien, aunque las ayudas que se soliciten sean a fondo perdido, la concesión no será gratuita porque tendrán que cumplir con las exigencias marcadas por la UE. España deberá enviar a la Comisión Europea un plan nacional de reformas destinado a modernizar su economía, explicando las bases del crecimiento económico y el fomento del empleo, además de su contribución a la transición climática y a la digitalización del país.

Es decir, no caben medias verdades ni ventas de humo, entre otras razones porque los países del norte de Europa, completamente reacios a la aprobación de estas ayudas económicas, van a estar muy vigilantes y tienen la opción de rechazar esas concesiones.

Volviendo a los sectores más vulnerables de nuestra economía, hostelería-turismo y automoción, que aportan a nuestro Producto Interior Bruto nada menos que el 12 y el 10% del total. El primero ha reiniciado su actividad a medio gas y probablemente lo hará ya a gran ritmo en el mes de julio, aunque con ciertas condiciones y medidas de seguridad, una vez se reabran del todo las fronteras.

Otro caso bien distinto es la situación en la que se encuentra la reactivación de la automoción en todas sus vertientes, porque se ha iniciado la fabricación paulatina de vehículos, pero apenas se venden, y lo peor de todo es que este sector está en clara desventaja en nuestro país en comparación con el resto de Europa, al menos en cuanto a sus más firmes rivales.

En Alemania, el primer fabricante europeo de automóviles, se están acabando de definir unas ayudas al sector que podrían estar en el entorno de los 2.500 millones de euros, que se destinarían a incentivar la compra de vehículos, con hasta 4.000 euros por unidad.

Francia, el tercer fabricante europeo, ha anunciado oficialmente que extenderá sus ayudas hasta los 8.000 millones de euros, de los que 7.000 irán a la fabricación de vehículos no contaminantes y 1.000 será para bonificar las compras.

En España, segundo productor europeo de coches y octavo del mundo, se mantienen conversaciones entre la Administración y las patronales del sector, pero no se ha definido todavía nada, y en el mejor de los casos la cifra de ayudas de la que se ha hablado ronda los 400 millones de euros, muy por debajo de nuestros más directos competidores.

Así pues, la atención de estos dos sectores está puesta ahora por completo en las medidas que ha anunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se aprobarán próximamente en el Consejo de Ministros y de las que apenas ha dado detalles.

La reactivación del consumo en España es esencial para que nuestra economía tome su velocidad de crucero, y tanto la hostelería como la venta de automóviles son de los eslabones más importantes, tal y como reconoce el informe del Banco de España. No puede haber marcha atrás en ambos sectores.

Por ese motivo, es preciso que avancen las conversaciones y que se promulguen esas medidas gubernamentales que promuevan el despegue de la venta de automóviles cuanto antes. En Sofinco estamos dispuestos para aportar la ayuda necesaria a una de nuestras principales áreas de negocio mediante la financiación en los puntos de venta, tanto de vehículos nuevos como usados. Promover la venta de coches y potenciar el turismo supone reactivar el consumo y por tanto la economía.