Aunque la Navidad pueda parecer una celebración con una cierta unicidad, la verdad es que existe una multiplicidad de navidades, en función de las creencias e intereses de cada persona. Existe primordialmente una Navidad religiosa para los creyentes con una serie de ritos determinados que también se han trasladado a la Navidad festiva de todas aquellas personas que, a pesar de no tener unas creencias determinadas, disfruta de las vacaciones y la celebración como una fiesta social. A esa Navidad festiva se une también la Navidad familiar, con el reencuentro y las reuniones alrededor de la mesa como epicentro.
Pero existe además una Navidad económica, basada en los costes y gastos que se generan con motivo de la celebración de estas fechas. Esa Navidad más comercial y sus consecuencias económicas suponen un aliciente para la economía que no se puede desdeñar y que afecta a diferentes ámbitos sociales:
Luces y adornos de Navidad en todas las ciudades.
La idea de adornar las ciudades y pueblos para imbuir a la población de ese sentido navideño se ha convertido en los últimos años en una verdadera competición en la que se invierten millones de euros. El caso paradigmático sería la ciudad de Vigo que ha conseguido colocar su marca como la ciudad de Navidad por antonomasia a nivel nacional. Su alcalde, Abel Caballero, apostó desde hace años por invertir grandes cantidades de dinero en convertir a la ciudad en estas fechas en un verdadero reclamo turístico. Entre sus principales cifras, en Vigo se han instalado 11,5 millones de luces LED y se han iluminado 450 calles, se han construido 1.200 arcos ornamentales, se han dispuesto 2.600 elementos decorativos repartidos por plazas y calles, con más de 2.500 árboles iluminados con luces led, además de 15 estructuras con iluminación en 3D. A todas estas cifras hay que añadir el árbol de Navidad principal que tiene un diámetro en su base de 17 metros y cuenta con una estrella en 3 dimensiones que se ha convertido en la protagonista de este año.
Como es lógico, esta escenografía supone un reclamo turístico que el pasado diciembre supuso un total de 113.153 alojamientos en los hoteles de Vigo de casi 70.000 personas, el mejor dato para el último mes del año de la serie histórica, según la encuesta hostelera publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Sin embargo, la ciudad que más invierte en iluminación navideña es Madrid, con una inversión que supera los 3 millones de euros. Las icónicas luces de la Gran Vía y la plaza de Callao atraen a miles de visitantes, convirtiendo la capital en un destino principal. Otras ciudades como Barcelona han seguido este ejemplo, invirtiendo aproximadamente 2,5 millones de euros en su decoración navideña. Valencia, por su parte, ha aumentado su presupuesto hasta los 1,8 millones de euros, buscando también potenciar el atractivo turístico de la ciudad durante las fiestas.
Estos gastos en iluminación y adornos no solo impactan visualmente, sino que también fomentan el incremento del turismo y, por ende, el crecimiento de la actividad económica local. Las empresas del sector servicios, especialmente restauración y comercio, suelen ver un aumento en sus ventas y son las más favorecidas por la invitación a salir y consumir que supone la iluminación.
El gasto de la cena navideña
Y si la Navidad supone un coste para los ayuntamientos, también lo supone para las familias. Según un estudio realizado por la Confederación Española de Comercio (CEC), los españoles gastan de media alrededor de 675 euros en la celebración de la Navidad. Este gasto incluye no solo la compra de regalos, sino también cenas, viajes y adornos. En particular, la compra de alimentos y bebidas para las cenas familiares se lleva una parte importante de este presupuesto, representando aproximadamente el 40% del gasto total. En este caso, el aumento en el consumo alimentario contribuye significativamente al sector agroalimentario, beneficiando a productores y comercios locales.
Regalos para el Día de Reyes
El Día de Reyes, una de las festividades más esperadas en España, también es un indicador del gasto navideño. Se estima que cada español gasta de media entre 70 y 100 euros en regalos para esta celebración. Los juguetes continúan siendo los artículos más demandados, aunque en los últimos años ha habido un aumento notable en la compra de experiencias, como entradas para eventos y escapadas de fin de semana. Este cambio en el patrón de consumo refleja una tendencia hacia la valoración de experiencias por encima de los objetos materiales, algo que podría tener un impacto duradero en cómo se aborda el consumo navideño en el futuro.
Viajes Durante las Fiestas
La Navidad también es un periodo en el que los viajes aumentan considerablemente. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se estima que alrededor de 7 millones de españoles viajan durante las festividades, ya sea para visitar a familiares o para disfrutar de unas vacaciones. Este aumento en la movilidad beneficia no solo a las empresas de transporte, sino también a la industria turística en general, que ve un incremento en las reservas de alojamientos y actividades turísticas.
Las comunidades autónomas que más aprovechan esta oportunidad son Andalucía y Cataluña, donde la oferta turística se diversifica con eventos culturales y actividades al aire libre. Sin embargo, las Islas Baleares y Canarias también se benefician, ya que muchos turistas internacionales deciden pasar la Navidad en estos destinos soleados.
El ecommerce también es navideño
Además de los aspectos mencionados, es interesante notar que el e-commerce ha experimentado un notable auge durante la temporada navideña. Según un informe de la Asociación Española de Comercio Electrónico (AECE), las ventas online alcanzan cifras récord, con un crecimiento del 25% en comparación al año anterior. Este crecimiento ha transformado la forma en que los españoles adquieren regalos, con un número creciente de consumidores optando por comprar a través de plataformas digitales, lo que también ha tenido un impacto positivo en la logística y el transporte.
Por tanto, las consecuencias económicas de la celebración de la Navidad en España son innegables. Las inversiones en decoraciones, el aumento en el gasto en alimentos y regalos, así como el auge de los viajes, reflejan un escenario donde las festividades no solo enriquecen la vida social y cultural, sino que también sirven como un pilar fundamental del desarrollo económico.
En cualquier caso, sea cual sea tu tipo de Navidad, y cueste lo que cueste, lo importante en estas fechas es disfrutarlas al máximo. ¡Feliz Navidad!