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6 preguntas que te puedes hacer antes de comprar un coche

Las costumbres están cambiando. Hace tan sólo unos años, lo primero que cualquier persona ansiaba al cumplir los 18 era tener el carné de conducir y comprarse un coche. Actualmente, parece que la tendencia apunta a que los jóvenes son más partidarios de pagar por el uso, que por la posesión. Sea cual sea el caso, llega un momento en la vida de toda persona en la que tiene la necesidad de dar solución a su capacidad de movilidad. 

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Veamos cuáles son las opciones y qué debemos cuestionarnos antes de optar por un tipo de movilidad determinado.

¿Cuál es realmente mi necesidad de desplazamiento?


Sería la primera cuestión a resolver. En ocasiones, los desplazamientos habituales son más adecuados para realizar a través de transporte público, por lo que deberemos primero conocer las opciones que existen y averiguar si puedo utilizarlo de forma cómoda para mis desplazamientos. Pero puede darse el caso de no tener un buen servicio, que sea cercano y eficiente, por lo que habrá que buscar soluciones de movilidad alternativa.

¿Qué tipo de vehículo necesito?


Depende de nuestra residencia, las opciones de movilidad pueden ser muy amplias, lo más habitual, es utilizar un abanico de diferentes tipos de movilidad en función de las circunstancias. Puede darse el caso de que la bicicleta sea la mejor opción para ir al trabajo, que después usemos el coche para los desplazamientos de fin de semana y que utilicemos el metro para determinados trayectos. Sobre todo, en las grandes ciudades, cada vez es mayor el abanico de posibilidades que se ofrecen y que permiten una movilidad adaptada en cada momento a nuestras circunstancias. De todos modos, el coche sigue siendo la opción más versátil para la movilidad familiar, sobre todo para los desplazamientos a media y larga distancia. 

Si necesito un coche, ¿cuál es la mejor opción?


Las opciones de uso y compra de un coche actualmente son muy variadas. Para los trayectos cortos tenemos la opción de utilizar cualquier de las múltiples opciones de pago por uso que ofrecen diferentes empresas de movilidad, principalmente, a través de coches eléctricos. En estos casos, simplemente con una aplicación móvil se puede utilizar un coche que conduces y aparcas dónde necesites y el tiempo que necesites. 
Pero si la necesidad de movilidad no es puntual, lo mejor es contar con un vehículo propio que puede conseguirse a través de una multitud de opciones: renting, compra, renting con opción a compra y un largo etcétera.

¿Renting o compra?


La gran variedad en la oferta de opciones supone, al mismo tiempo, la necesidad de valorar todas las alternativas para elegir la que mejor se adapta a nuestras circunstancias. En este sentido, puede ser que el renting sea la opción más adecuada: el cliente accede a un vehículo determinado a cambio de una cuota mensual durante un tiempo (4 años suele ser lo más habitual) y un número de kilómetros anuales determinados. Entre las ventajas de esta opción está la inclusión de todos los servicios de mantenimiento que requiere un vehículo: seguro, cambio de ruedas, revisiones etc… Además, en la mayoría de las ocasiones, el cliente tiene opción de compra sobre el vehículo una vez finalizado el plazo establecido. 
Actualmente, incluso en el vehículo de ocasión cabe la posibilidad de gestionar un renting que permita los mismos servicios que en el vehículo nuevo, y que dé también respuesta a aquellas personas que se decidan por este tipo de coches. Sin embargo, lo más habitual en nuestro país sigue siendo la compra. En estos casos, lo más habitual será recurrir a una entidad de financiación que nos permita adquirir el vehículo a cambio de unas cuotas mensuales diseñadas en función de nuestras necesidades, el coste del coche y el tiempo de amortización. Hoy en día, las opciones de financiación se adaptan a casi cualquier circunstancia personal y familiar, por lo que supone una de las fuentes de acceso más habitual a la compra de un vehículo. 

¿Eléctrico, diésel, gasolina o híbrido?


Aunque el desarrollo de la tecnología eléctrica ha sido exponencial en los últimos años, hay que tener en cuenta el uso que se le vaya a dar al vehículo y la habilitación de puntos de recarga. Actualmente, si el uso más habitual va a estar en torno a espacios con puntos de recarga, la compra de un coche eléctrico puede ser una gran opción, además, las financieras suelen ayudar también al coste que supone la habilitación de un punto de recarga en el domicilio. 
Pero si aún no estás convencido y prefieres esperar a un mayor desarrollo de la tecnología eléctrica, la compra de un vehículo híbrido tiene muchas ventajas porque, además, permite el acceso a zonas restringidas del centro de la ciudad. Puede ser una opción intermedia que está en consonancia con la movilidad sostenible, a la espera de un desarrollo definitivo del vehículo eléctrico o de hidrógeno. 
Sin embargo, la mayoría de las ventas siguen correspondiendo a vehículos diésel o gasolina, sobre todo, por una cuestión de mayor oferta y, principalmente, de precio. Aunque las administraciones están tratando de poner punto final al uso del motor de combustión, las dificultades para un cambio demasiado radical están llevando a los gobiernos a ser más laxos en las obligaciones y esperar que el reemplazo se produzca de forma más natural. 


¿Nuevo o usado?


Esta es otra de las cuestiones que se deben afrontar a la hora de optar por un vehículo determinado. En ocasiones, las familias prefieren comprar ahora un vehículo usado que le dure una serie de años, esperar mientras tanto al desarrollo del mercado y, así, tener más claro qué tipo de tecnología destaca sobre el resto. En otros casos, el vehículo usado permite acceder a un tipo de coche de mayor gama a un precio más accesible. Además, en los últimos años se está poniendo en el mercado un vehículo de ocasión que viene de los contratos de renting y que, por lo tanto, tienen pocos años y cuentan con tecnologías nuevas. Esta es una muy buena opción para acceder a vehículos con prestaciones superiores a un coste más ajustado y es una de las opciones que más triunfa en nuestro país. 
Por último, como no, está la opción de comprar un vehículo nuevo, lo que supone una elección más a largo plazo ante la seguridad de tener el coche que realmente se necesita y se quiere.


Sea cual sea el caso, las opciones de financiación que se ofrecen actualmente cuentan con la flexibilidad suficiente para cualquier que sea la decisión definitiva. 
 

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