La cuesta de enero es el nombre que recibe el alza en los precios que suele acompañar cada inicio de año. Tradicionalmente, en el 1 de enero se suelen aplicar las subidas de los servicios más habituales de la familia, por lo que se inicia el año teniendo que asumir un coste más elevado de la vida.
Si a esta situación de partida le añadimos los gastos a los que se hace frente durante la celebración de la Navidad y con motivo de la festividad de los Reyes Magos, tenemos un cóctel perfecto que afecta de forma importante a nuestros bolsillos.
Para remediarlo y ayudarnos a encarar la cuesta de enero surgieron las conocidas rebajas de invierno que, nada más pasar sus Majestades de Oriente, pueblan los escaparates con grandes carteles anunciando ofertas tentadoras.
Para conseguir sortear la cuesta de enero y que nuestra economía familiar salga airosa del trance, te proponemos una serie de recomendaciones.
Después de saber todo lo gastado de más durante la Navidad, las subidas a las que tendrás que hacer frente en los servicios básicos y las necesidades que tenemos, lo ideal es elaborar un presupuesto para conocer exactamente de cuánto dinero disponemos para poder gastar en las rebajas. Si nos ceñimos a ese presupuesto podremos evitar encontrarnos con gastos extras a los que no vamos a ser capaces de hacer frente.
En enero se produce una de las campañas de descuento más importante del año, lo que supone un atractivo importante a la hora de realizar las compras. Sin embargo, debemos tener siempre en cuenta si ese producto o servicio que vamos a adquirir lo necesitamos en realidad. En muchas ocasiones, la compra compulsiva nos lleva a gastar dinero en productos que realmente no necesitamos y que, en ocasiones, ni siquiera llegamos a utilizar. De ahí la importancia de saber exactamente qué necesitamos y si ese producto está o no en oferta.
Muy relacionado con el punto anterior, el inicio de año es un buen momento para hacer balance y descartar toda la serie de gastos innecesarios que a veces, sin darnos siquiera cuenta, acumulamos en nuestro día a día. Es un buen momento para repasar todas esas suscripciones que no utilizamos o incluso para vender todo aquello que hemos comprado y no hemos utilizado. La economía circular permitirá a esos productos tener una segunda vida y, a nosotros, recuperar parte de lo gastado.
De todos modos, si queremos aprovechar las rebajas para comprar productos o servicios que realmente necesitamos a un coste más ajustado, no nos olvidemos de comparar precios. Los mismos productos pueden tener precios dispares en función del establecimiento en que se compre, pero además, también puede haber diferencias respecto al precio antes de las rebajas. La posibilidad de utilizar internet para realizar la comparativa de precios es una herramienta que hoy día nos permite hacer un barrido más exhaustivo de la oferta comercial.
En cualquier caso, es importante no sucumbir a los cantos de sirena de las marcas y tratar siempre de ajustar las compras a lo que realmente se necesita. Comprar por comprar no es solo caro económicamente para nuestros bolsillos, también supone un gasto excesivo de los recursos del planeta y, por tanto, un atentado contra la sostenibilidad.
Sin embargo, para aprovechar la oportunidad de comprar a buen precio todo aquello que vamos a necesitar, lo ideal es poder financiar adecuadamente esas compras, sin que suponga un sobreesfuerzo para la economía familiar. El sistema financiero ofrece una gran variedad de productos que nos van a permitir acceder a todo aquello que se necesita, sin tener que poner en riesgo la sostenibilidad de la economía familiar. Simplemente basta con hacer una búsqueda rápida y podremos encontrar fórmulas que nos ayuden a afrontar los costes de una manera más cómoda.