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Los últimos datos publicados por el Banco de España, relativos al mes de septiembre, en cuanto a los créditos concedidos por las entidades financieras a las familias e instituciones sin ánimo de lucro, constatan un suave descenso paulatino de las necesidades de financiación durante los tres últimos meses.
Los últimos datos publicados por el Banco de España, relativos al mes de septiembre, en cuanto a los créditos concedidos por las entidades financieras a las familias e instituciones sin ánimo de lucro, constatan un suave descenso paulatino de las necesidades de financiación durante los tres últimos meses. Se ha pasado de los 707.237 millones de euros registrados el pasado mes de junio a los 698.320 millones de septiembre, lo que supone un descenso del 1,26%. Esta caída coincide con la mejora de las cifras de empleo, una mayor salida de los trabajadores de los ERTE y en general con una reactivación económica más consistente. Sin embargo, la cifra alcanzada este último mes de septiembre es un 0,33% superior a la de un año antes.
Si nos centramos exclusivamente en los créditos de las familias destinados al consumo, podemos ver en las estadísticas del Banco de España que en septiembre se alcanzó la cifra de 93.285 millones de euros, cantidad que supone un descenso del 1,6% respecto al pico registrado en junio pasado. Sin embargo, crece un 1,48% al compararla con la de septiembre de 2020, cuando el total fue de 91.933 millones.
Los expertos coinciden en señalar que el descenso del crédito al consumo apreciado en estos tres últimos meses podría estar relacionado con el inicio del gasto del ahorro embalsado por los consumidores durante la crisis ocasionada por la pandemia y por las restricciones de movilidad que se aprobaron.
El último organismo en ponerle cifra a ese ahorro embalsado es la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), que estima que las familias españolas acumulan en torno a 75.000 millones de euros de exceso de ahorro, si se compara con épocas anteriores a la pandemia.
Funcas vaticina que lo más previsible es que el año que viene se vuelva a la normalidad y, por tanto, se produzca un importante crecimiento del consumo privado. Es evidente, que el incremento será consecuencia del gasto de buena parte de ese ahorro acumulado, pero también de la mejora de la economía y del empleo, que repercutirá en una mayor renta disponible por parte de las familias. Esto conllevará asimismo a una mayor demanda de los consumidores, que elevarán su petición de créditos al consumo.
Una última cuestión que igualmente favorecerá al consumo es que hacia la primavera del año que viene se prevé la caída y estabilización de los precios de la electricidad y de las materias primas, lo cual también contribuirá a aumentar la renta disponible de las familias.
Desde Sofinco continuamos concediendo créditos al consumo al ritmo que va marcando la demanda, según se va reestableciendo la economía. Pero estamos totalmente preparados para atender el probable repunte de la demanda si se cumplen las previsiones de los expertos. Para ello disponemos de una de las tecnologías más avanzadas y rápidas del mercado, con acceso a la firma de la contratación de nuestros servicios desde cualquier dispositivo móvil. Y con un lenguaje fácil y transparente, para que nadie tenga dudas sobre su financiación.
