El punto que más interesa en relación a la economía familiar es saber bien cómo contralar los gastos para que no te controlen a ti. Hacer un seguimiento de los gastos supone un primer paso para mantener una economía familiar saneada que nos permita conseguir los objetivos financieros en el corto, medio y largo plazo. Pero nunca se podrán controlar una serie de gastos si, en primer lugar, no somos capaces de identificarlos. Por eso te ayudamos a continuación a conocer cuáles son esos gastos a los que hay que hacer frente.
Son los más importantes junto con la alimentación, porque se trata de asegurar el hogar en el que se vive. Estos gastos incluirían varios conceptos:
Junto con la vivienda, el gasto en manutención suele ser una de las partidas mensuales más importantes, aunque resulta difícil de cuantificar porque no siempre puede preverse. Resulta interesante guardar los tiques del supermercado y analizar, por ejemplo, el gasto de las últimas cuatro visitas para conocer las compras habituales y básicas (leche, huevos, carne, productos de limpieza…), y las compras realizadas de forma puntual y no necesarias (patatas fritas, refrescos etc…). Precisamente en este tipo de compra no necesaria es donde podremos realizar ahorros en aquellos momentos en los que sea necesario.
En este apartado pueden incorporarse aquellas comidas fuera de casa que no estén relacionadas con el ocio. Este tipo de gastos suele suponer un coste elevado del que también suele prescindirse en caso de ser necesario ahorrar.
El cuidado de los hijos supone otra de las partidas más onerosas para el gasto familiar. Este varía en función de la edad y, por tanto, las necesidades que surgen en cada etapa de la vida:
Los gastos financieros pueden contabilizarse de forma conjunta en un apartado concreto, o separando los gastos en los apartados a que corresponda cada pago (por ejemplo, hipoteca en gastos de vivienda o el préstamo del coche en gastos de transporte). En caso de optar por tratar estos gastos de forma diferenciada, se deberían incluir en este apartado los siguientes conceptos:
En función de la distancia desde la casa familiar al trabajo, el coste de este apartado será más o menos importante. Si necesitamos un coche o varios para desplazarnos, si podemos utilizar el transporte público o si podemos optar por modos de transporte más sostenibles y baratos… afectarán en gran medida a nuestros gastos mensuales. En el apartado de desplazamientos deberemos incluir:
En función del tipo de familia, este apartado puede ser más o menos importante en el gasto general. Hay familias que priorizan las vacaciones y el ocio fuera de casa (comer en restaurantes, salir de copas con amigos…), y familias que prefieren actividades de ocio menos costosas (salir al campo, actividades de deporte al aire libre etc…). En este apartado deberán incluirse tantas actividades diferentes como se crea necesario, aunque las partidas más significativas serán:
Muy relacionada con la anterior por cuanto el cuidado personal en ocasiones, y en función de cada persona, puede estar muy cerca del ocio (por ejemplo, en el caso de actividades deportivas como el gimnasio, los masajes o los balnearios). Las partidas que pueden incluirse en este apartado podrían ser:
Según los estudios, en España hay más hogares con mascotas que con hijos. De ahí que sea necesario en muchos casos incluir un apartado para cubrir las necesidades de nuestros amigos animales. Entre los gastos que habría que tener en cuenta podríamos destacar:
En ocasiones, resulta muy conveniente habilitar también un apartado de Otros, en el que incluir todos aquellos gastos que no se adecúan a ninguna de las partidas anteriormente reseñadas. Además, en algunos casos también se podría habilitar un apartado determinado en función de las características de gasto de una unidad familiar determinada, por ejemplo, "vacaciones" para aquellos casos en los que esta partida sea muy importante o "ciclismo" en caso de que sea un gasto habitual.
Lo ideal es adaptar este tipo de seguimiento a nuestras necesidades concretas y, sobre todo, hacer un seguimiento que nos permita conocer todos y cada uno de nuestros gastos. Esto nos permitirá tomar decisiones más racionales y encontrar soluciones más fáciles cuando se planteen problemas ante los que haya que reaccionar.
Como en todos los ámbitos de la vida, no hay que obsesionarse y simplemente incorporar esta contabilidad a nuestros deberes cotidianos, pero eso sí, es importante hacer el seguimiento oportuno para poder controlar nuestros gastos y evitar que sean ellos los que nos controlen a nosotros.